Buenas noches a todos.
Dejo este post en el blog con el ánimo de aclararme y tratar de abrir un pequeño debate. No me gusta perder las formas y gritarle a un compañero (perdón otra vez Javi, perdón por primera vez Jorge), no me gusta ir el lunes a jugar y cuando acaba el partido pensar durante varios minutos que qué cojones hago allí y por qué no me lo dejo de una puta vez. No me gusta pensar que ya no me une nada al equipo. No me gusta pensar que no nos respetamos una mierda, que somos egoístas y malos compañeros. Y como no me gusta todo esto, creo que lo mejor es plantear el problema de base y tratar de solucionarlo, por lo menos, exponerlo. O se irá el equipo a freir puñetas.
Bueno, después de haber hablado con bastantes del equipo, no con todos, parece que se puede llegar a la conclusión de que cada uno ve el fútbol y los partidos de una manera. Somos cada uno de nuestro padre y nuestra madre y diferimos en muchos puntos. Tenemos diferentes conceptos de fútbol. Unos prefieren presionar, otros defender abajo, otros dejar cierta distancia al atacante, otros tratar de anticiparse, unos el 2-3-1, otros el 3-2-1, otros atacar, otros defender, bandas sí, bandas no... Que si Alberto se precipita y va revolucionado, que si Carlos es más frio que un helado, que si Jorge tiene que jugar abajo o arriba, que si Javi tiene que jugar arriba o abajo, que si Jorgito no recibe pelotas, que si Fede no para de correr pero cuando la recibe chupa, que si Hernán todavía no se ha acoplado, que si Pablo se pierde en la soledad del medio campo, que si Juanpa tira de lejos, que si Luis contagia tristeza a partir del tercero, que si Bolu no mete el pie... Algunas las he metido con calzador, pero no quería dejarme a nadie. Con cariño.
El caso es que todos tenemos algo de razón y algo de culpa. Todos tratamos de argumentar por qué hacemos esto o lo otro. Todos tenemos una opinión, de nosotros mismos y del resto, algunas buenas y otras malas. Nos conocemos ya desde hace algunos años y sabemos de qué pie cojea cada uno, fuera y dentro del campo, pero aún así hay cosas que nos cuesta decirlas a la cara.
El resultado de este caos es que, una vez entramos al campo, no sabemos a qué cojones jugamos. No sabemos a qué cojones jugamos. No somos capaces de adaptarnos a diferentes contrarios ni a diferentes compañeros. Y tampoco tenemos a nadie que pueda decirnos cómo tenemos que jugar y que el resto le haga caso. Cada uno hace su pequeña guerra.
El caso es que si pudiéramos juntarnos un día para que cada uno diera su visión del equipo y cosas que cree que se pueden mejorar, podría ser positivo. Sería positivo. Pues por ejemplo decidimos que defienden cuatro y atacan sólo dos, o decidimos que los cierres no deben jugar balones al medio, o decidimos quién tiene que sacar los córners, o decidimos cómo hacer los cambios más flexibles, o decidimos si uno no debe jugar abajo o no debe jugar arriba... lo que sea, pero para que aquello que sea aceptado por la mayoría, se trate de implementar en el campo, sin discusión. Y si conseguimos sacar cuatro cosas claras, luego podemos apoyarnos en estas conclusiones para poder decirle a alguien si lo hace conforme hemos quedado o no. Por aquello de darnos algo de potestad para corregir que si en tal puesto debe jugar de una forma o de otra, y si no lo hace así, pues no puede estar en ese puesto.
Y no estoy hablando de tácticas puras y duras, no hablo de crear sociedades, o de hacer diagonales, o de que uno venga en corto y otro en largo, no. Hablo de si nos comprometemos a apoyar al de nuestra izquierda o derecha, a estar dispuestos a ofrecerle el hombro, que si en la anterior has corrido tú ahora corro yo, que si vemos que uno corre para que se la den, que se la podamos dar, aunque no sea siempre la opción más ofensiva, o aunque esa persona no tenga el mejor disparo o tenga el mejor regate, pero está ahí y me ofrece un pase fácil (p.e.), que si no estoy para otra carrera me cambio, etc, etc...
Si cada uno de nosotros se prepara para escuchar lo que el resto del equipo ve bien y mal de lo que aporta en el campo, podríamos llegar a sacar buenas conclusiones. Como tenemos que funcionar como un equipo, debemos hacer caso a lo que dice la mayoría sobre cada uno. Creo que nos hará mucho bien. Lo digo por el bien del equipo, de la temporada, por tratar de sacar algo positivo a lo que hacemos los lunes. Por no tener que leer ni escribir estas murgadas.
Como hemos comentado algunos, yo quedaría un día para cenar, sin pachanga ni nada. Yo ofrezo mi casa, cenamos algo fácil y rápido y nos miramos a los ojos, y nos los sacamos. Lo poquito que podamos obtener ya será algo. Siempre y cuando nuestra intención sea seguir jugando. Y bueno, quizá nos ayuda a limar asperezas.
Espero no haberos cansado mucho. Casi todas las ideas las he recogido de vosotros, de lo que hemos hablado esta noche. Únicamente quería deciros que el día que podamos todos, os invito a mi casa a cenar (que no a la cena). Un viernes, un lunes, martes... cuando queráis y podamos todos.
Buenas noches. Podría despedirme con algo soez como "y ahora pajote y a la cama", pero es muy tarde, me voy a la cama directamente.